Pluxee Blog

El Día del Padre es una fecha que, en muchas empresas, todavía no ocupa un lugar prioritario dentro de las estrategias de bienestar laboral, lo que implica desaprovechar una instancia clave para conectar con una parte fundamental del talento humano. Reconocer a los padres que integran tu equipo no solo es un acto de equidad, sino también una inversión estratégica que impacta directamente en la motivación, el compromiso y la productividad.

Si hace solo unos años nos hubieran dicho que decenas de miles de personas iban a estar trabajando desde el living de su casa, con el mate al lado y videollamadas diarias, muchos lo hubieran tomado como una rareza. Sin embargo, en 2025, el teletrabajo en Uruguay y el modelo híbrido son parte de la nueva normalidad, y vinieron para quedarse.

En Pluxee creemos que la inteligencia artificial (IA) tiene un enorme potencial para transformar la gestión de personas. Bien aplicada, puede liberar tiempo, automatizar procesos repetitivos y ayudar a tomar mejores decisiones. Pero también sabemos que este avance requiere supervisión humana, criterios éticos claros y marcos regulatorios sólidos. Sobre todo en una disciplina tan sensible como Recursos Humanos.

"Mi padre trabajó tres décadas en la misma empresa. Yo no llego a los 30 y ya pasé por cinco trabajos diferentes." Esta frase, que podría surgir en cualquier charla de domingo, refleja un cambio profundo en la manera de entender el trabajo. Lo que para una generación era sinónimo de estabilidad y orgullo, para otra puede ser señal de estancamiento.

Comparar una jornada laboral en 2025 con una del año 2000 puede hacernos pensar que transcurrieron mucho más de 25 años. En este tiempo, conceptos como digitalización, trabajo remoto, diversidad, beneficios y bienestar pasaron de ser tendencias a convertirse en pilares del mundo corporativo.

Cada año, miles de uruguayos reciben una noticia esperada: les corresponde una devolución por concepto de IRPF o IASS. Se trata de un ingreso adicional que puede venir muy bien para equilibrar las finanzas personales, planificar gastos o incluso darse un pequeño gusto.

¿Y si pudieras administrar sueldos y beneficios de alimentación desde un mismo lugar, con menos carga operativa, ventajas fiscales y una experiencia más ágil para todos? Esa es la propuesta concreta de la nueva alianza entre Pluxee y Banco Santander, una solución ya disponible para empresas que quieran facilitar tu gestión operativa.

Imaginá a Laura, una colaboradora que llega a la oficina después de una mañana caótica: el transporte llegó tarde, tuvo que resolver un asunto familiar urgente y todavía no ha comido nada. El día podría haber empezado cuesta arriba. Sin embargo, su empresa le brinda acceso a una tarjeta de alimentación con la que puede almorzar sin preocuparse, y una tarjeta de regalo que le permite resolver pequeñas urgencias sin tocar su salario.

Tu compañera ya usa ChatGPT para responder correos. El equipo de finanzas automatizó sus reportes. Y el nuevo proceso de selección en tu empresa ahora tiene inteligencia artificial analizando currículums. Todo está cambiando... y rápido.

Una taza de café caliente al llegar a la oficina, un saludo sincero de los compañeros, la posibilidad de trabajar en lo que apasiona y sentirse valorado: la felicidad en el trabajo no es un concepto utópico ni una moda pasajera. Es una necesidad real, humana y cada vez más estratégica para las empresas.

En un mercado laboral cada vez más competitivo, retener talento ya no depende solo del salario. La clave está en cómo las empresas cuidan a su gente. ¿Y si la verdadera ventaja competitiva estuviera en los beneficios que ofreces?

¿Alguna vez sentiste que tenías que esconder quién eres para encajar en el trabajo? Tal vez cambiaste tu forma de hablar en una reunión, evitaste contar algo personal por miedo a ser juzgado o pensaste dos veces antes de usar una prenda que te representaba. No estás solo. En muchas empresas, ser uno mismo todavía parece un riesgo.

La rotación de personal no es una moda pasajera ni un problema exclusivo de las grandes empresas. Es un síntoma. Y como todo síntoma, esconde una causa más profunda que no se ve a simple vista.

La búsqueda laboral de las personas ha cambiado mucho en los últimos cien años. ¿Qué se buscaba antes? Estabilidad, un buen sueldo, oportunidades de crecimiento continuo y cercanía de la oficina a la casa. Hoy todo este panorama ha cambiado y las nuevas generaciones buscan otros requisitos a la hora de encontrar trabajo. ¿Cuál suele ser su prioridad? Su calidad de vida.

En el mundo empresarial actual, donde la competitividad es feroz y la innovación constante, hay un factor que marca la diferencia entre las organizaciones exitosas y las que simplemente sobreviven: las personas. Lo hemos dicho una y otra vez en nuestras notas de blog: invertir en el bienestar, la motivación y el desarrollo de los colaboradores ya no es una tendencia, es una necesidad. Y no lo decimos solo nosotros, las cifras lo confirman: las empresas que priorizan a su gente son, consistentemente, más productivas y sostenibles en el tiempo.